lunes, 17 de septiembre de 2012

PLAZA DE SAN PEDRO






Obra: Plaza de San Pedro
Autor: Gian Lorenzo Bernini
Fecha: 1656 - 1667
Ubicación: Ciudad del Vaticano - Roma

Datos biográficos del autor: (Nápoles, 1598 – Roma, 1680). Escultor, arquitecto y pintor. Recibió las primeras enseñanzas de su padre, escultor manierista. En sus primeras obras Bernini demuestra interés por la escultura helenística, realizando obras imitando a la perfección el estilo antiguo.

De sus realizaciones como arquitecto, la más valorada, además de la columnata de San Pedro, es la pequeña iglesia de San Andrea al Quirinale, en la que arquitectura y escultura se unen en una búsqueda de efectismo destinada a crear un ambiente adecuado para suscitar la fe y los sentimientos religiosos.

Pintor por afición, sus obras se conservan hoy en los museos más reputados por su gran calidad, lo mismo que sus dibujos, que figuran en las mejores colecciones del mundo.

La Plaza de San Pedro se encuentra situada en la Ciudad del Vaticano, dentro de la ciudad y capital italiana de Roma y precede, a modo de gran sala períptera, a la Basílica de San Pedro, el magno templo de la cristiandad. Fue enteramente proyectada por Gian Lorenzo Bernini entre 1656 y 1667 a pedido del papa Alejandro VII.

La plaza es una gran explanada trapezoidal que se ensancha lateralmente mediante dos pasajes, con forma elíptica (340 x 240 m.), de columnatas rematadas en una balaustrada sobre la que se asientan las figuras de ciento cuarenta santos de diversas épocas y lugares; en su interior se encuentran dos fuentes, una en cada foco de la elipse, y en medio de la plaza se erigió un monumental obelisco (de 25 metros de alto y 327 toneladas), un bloque pétreo sin inscripciones traído desde Egipto que estaba en el centro de un circo romano. En 1586 el Papa Sixto V decidió colocarlo frente a la Basílica de San Pedro en memoria del martirio de San Pedro en el Circo de Nerón. Se le conoce como el “testigo mudo”, pues junto a este se crucificó a Pedro. La esfera de bronce de la cúspide que, según la leyenda medieval, contenía los restos de Julio César, fue reemplazada por una reliquia de la cruz de Cristo. Los dos pasajes de columnas (284 de 16 metros cada una) se abren a cada lado simbolizando el abrazo de acogida de la Iglesia al visitante que parece invitan a entrar.

           



BIBLIOGRAFÍA:

  • biografiasyvidas.com
  • artehistoria.jcyl.es
  • wikipedia